Construir la sociedad que queremos es una tarea compleja, porque complejo es también la convivencia humana”.
Delia Josefina Ortiz
Antes de conceptualizar el término compuesto de “conciencia ciudadana”, es necesario señalar que el ser humano es un ser nacido y concebido para vivir en sociedad; está facultado para elaborar juicios personales de carácter moral y ético sobre lo que ha aprendido de lo bueno y lo malo; lo que conlleva a un pensamiento analítico, crítico, psíquico y social, de tal forma que veremos en principio qué es conciencia y luego ciudadana.
La conciencia podemos considerarla como el pensamiento, el conocimiento, la vigilia o estado de alerta que nos permite estar en pleno uso de nuestro estado psíquico consciente, capaz de percibir los acontecimientos de nuestro entorno; y ciudadana, en este caso podemos considerarlo como entorno social.
Partiendo de esta premisa, la conciencia ciudadana, como término compuesto, sería la capacidad reflexiva de lo que somos, lo que queremos como sociedad, hacia donde vamos y qué necesitamos para ser mejores individuos para el colectivo y para nosotros mismos, lo que nos conlleva a un proceso de transformación social en la que el sujeto se autoconstruye para que la sociedad se transforme y participe; es una alternativa que pretende superar la exclusión social y ofrecer alternativas que resuelvan los conflictos de forma pacífica, así como enfrentar de manera enérgica los altos índices de corrupción, logrando relaciones más armoniosas en las instituciones, los lugares de trabajo, los espacios públicos y los hogares de muchos dominicanos.
El papel de la escuela
La construcción de la conciencia ciudadana y la participación infantil debe ser acorde con la edad, en la medida que las niñas y los niños crecen, van aprendiendo a asimilar el colectivo social desde la escuela, por medio de la comunicación se vuelven cada vez más independientes y autónomos, adquieren responsabilidades y compromisos en su ejercicio de la ciudadanía. Construir la sociedad que queremos es una tarea compleja, porque compleja es también la convivencia humana, por ello consideramos crear una propuesta de formación ciudadana para posibilitar la acción constructiva en la sociedad, transformando la educación tradicional en una educación más cívica y fundamentada en principios y valores, apoyar el cambio, las nuevas ideas, el desarrollo de seres humanos con inteligencia emocional, mayor liderazgo y mejor comunicación.
Debemos estar claros que la integración de competencias por sí solas no son suficientes; más que tenerlas, es necesario que se actúe consecuentemente, y para lograrlo es necesario que la escuela como institución social primaria del infante permita, promueva y supervise la práctica de las actuaciones, que se aprecie y premie la consciencia ciudadana de los niños y niñas mediante la percepción inclusiva sin discriminación de los seres que residen no solo su comunidad, su ciudad, o su país, sino también todos los seres que habitan el planeta, incluyendo los animales y las plantas.