Yvonne Arias. Grupo Jaragua
La diversidad de vida en nuestro planeta incluye desde los genes y las bacterias hasta los complejos ecosistemas terrestres y marinos, que son fundamentales para la economía mundial, los sistemas alimentarios y la lucha contra el cambio climático. Esta diversidad ha evolucionado durante unos 4,500 millones de años.
Sin embargo, la actividad humana está afectando cada vez más la biodiversidad. La deforestación, la agricultura, el uso del suelo, la industria y el transporte generan grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4), gases que contribuyen al aumento de la temperatura de la Tierra.
Es conocido que dependemos de la diversidad biológica para tener un clima estable, que condiciona el acceso a la alimentación, a la medicina y al agua. Al ser estos tres condicionados tan imprescindibles, es fácil deducir que la amenaza a la red vital afecta a más de la mitad del producto interno bruto (PIB) mundial.
Según la ONU, un millón de especies están en peligro de extinción, y muchas de ellas desaparecerán en las próximas décadas debido al cambio climático, lo que está provocando la conocida “Sexta Extinción Masiva de Especies”. Las consecuencias de este calentamiento global incluyen la alteración de los patrones de lluvia, el aumento del nivel del mar, la desaparición de corales, el derretimiento de glaciares y tormentas más intensas.
El impacto negativo de esto afecta a los ecosistemas y a su capacidad para resistir fenómenos cada vez más intensos, poniendo en riesgo la supervivencia de muchos seres vivos. De hecho, los científicos afirman que solo nos queda adaptarnos o enfrentar serias consecuencias. Como señaló la Secretaria Ejecutiva del Convenio sobre la Diversidad Biológica de la ONU, «El cambio climático depende de la biodiversidad como parte de la solución».
Diversos estudios científicos demuestran que la biodiversidad es clave para mitigar los efectos del cambio climático. Por ejemplo, los bosques con diferentes especies de árboles son más resistentes a las sequías y a las altas temperaturas, y ayudan a mantener estables los flujos de agua y carbono en los ecosistemas.
Según la secretaria ejecutiva del Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas, Astrid Schomaker, “El cambio climático depende de la biodiversidad como parte de la solución”.
Múltiples estudios científicos han demostrado que la biodiversidad es esencial para frenar los impactos del cambio climático. Estas investigaciones confirman que las comunidades arbóreas compuestas por diversas especies son menos sensibles al estrés climático, mantienen estables los flujos de agua y de carbono en los ecosistemas boscosos, frente a sequía y altas temperaturas. Y se ha evidenciado que estas condiciones aumentan la resiliencia de los ecosistemas frente a estos cambios. Razones más que suficiente para conservar los recursos naturales, a través una gestión y gobernanza eficaces.
La tierra y el océano absorben más de la mitad de las emisiones de carbono. Contienen bosques naturales y manglares, que son únicos como sumideros. Si la temperatura aumenta y provocará la desaparición de ecosistemas costeros y marinos, a corto plazo, y con ellos las especies dependientes.
En el caso de los arrecifes de coral, estos sustentan uno de los ecosistemas con mayor biodiversidad del planeta: proporcionan refugio, alimento y áreas de desove a miles de especies marinas (función determinante para la seguridad alimentaria y los medios de vida de millones de personas). Sin embargo, la contaminación y la sobrepesca han contribuido grandemente a su desaparición. Cuando los océanos se calientan se acidifican y ocurre blanqueamiento de los corales en gran escala y con mayor frecuencia.
La ciencia estima que, con un calentamiento global de 1.5 ºC, por encima de los niveles preindustriales, para 2050 más del 70% de los arrecifes de coral desaparecerán y en si alcanza los 2 ºC, se extinguirán de la tierra.
Para tratar de mejorar la situación, se han realizado acuerdos internacionales como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y la Convención sobre la Diversidad Biológica (CBD). En estas reuniones, los países firman acuerdos y revisan las acciones tomadas para combatir el cambio climático y conservar la biodiversidad. La República Dominicana participa activamente en estas reuniones.
El cambio climático también afecta a los ecosistemas en la República Dominicana. La destrucción de hábitats, la deforestación, la agricultura migratoria y la contaminación son algunas de las principales causas por las cuales varias especies locales están en peligro. Para protegerlas, el país ha creado áreas protegidas y está implementando estrategias de conservación.
Es importante que todos participemos en la protección del medio ambiente. Los ecosistemas, la biodiversidad y los medios de vida de las personas están interconectados, y solo a través de la cooperación global y la acción local podemos asegurar un futuro más sostenible para todos.
La República Dominicana, como signataria de la CBD desde 1996, participa en las COP y elabora informes nacionales sobre las medidas adoptadas para lograr los objetivos del Convenio. El mismo incluye resultados de una evaluación del progreso de las metas nacionales contenidas en la Estrategia Nacional de Biodiversidad y Plan de Acción (2011-2020) (ENBPA).
Debido a los problemas causados a la naturaleza ha surgido la necesidad de que “poner candado después que roban” con la implementación de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN), como estrategias para mitigar y adaptarse a los efectos del cambio climático, a través de la conservación, la restauración o la gestión de los ecosistemas. Estas SbN ayudan a eliminar CO2 de la atmósfera y a proteger la biodiversidad. Entre estas las que reducen riesgo de inundaciones y protegen ecosistemas de agua dulce (techos verdes y jardines de lluvia), ayudan a mitigar y adaptarse a efectos del cambio climático (restauración de humedales, pastizales, costas y bosques), incluyen rotación de cultivos, manejo de conservación de suelos, reducción de uso de fertilizantes y pesticidas y forestación de tierras agrícolas, ayudan a mejorar la resiliencia a las inundaciones costeras y el aumento del nivel del mar y a reponer las aguas subterráneas en regiones donde hay escasez de agua.
En el caso de Pequeños Estados Insulares en Desarrollo los impactos del cambio climático son más marcados, debido a su mayor vulnerabilidad ante el cambio climático. En el caso de las especies de República Dominicana las principales causas por las que se encuentren en la Lista Roja Nacional son destrucción, alteración y fragmentación de hábitats, deforestación, agricultura migratoria, tumba y quema para construcción de hornos de carbón, pastoreo, extracción de productos del bosque, contaminación de ecosistemas o fuentes de agua, expansión demográfica, implementación del turismo no planificado, cambio climático, y existencia o introducción de animales exóticos no nativos que degradan las áreas, desplazan y/o compiten con las especies nativas y endémicas. Todas las incluidas en la Lista Roja están protegidas legalmente y por convenios internacionales como la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
La conservación de los ecosistemas y las especies es imprescindible para la resiliencia ante los impactos del cambio climático. Para lograrlo la República Dominicana elabora estrategias y planes, designa áreas protegidas, declara Áreas Importantes para las Aves y Conservación (IBA), Áreas Clave para la Biodiversidad (KBA), Humedales de Importancia Internacional (Sitio RAMSAR), Reservas de Biosfera, así como Protocolo Relativo a las Áreas y Flora y Fauna Silvestres Especialmente Protegidas en la Región del Gran Caribe (SPAW).
La adaptación al cambio climático depende de la participación activa de todas las partes interesadas: países desarrollados que emiten grandes cantidades de GEI, gobiernos, organizaciones nacionales, regionales, multilaterales, sector privado y sociedad civil. Proteger los ecosistemas, la biodiversidad, los medios de subsistencia es la única salida para proteger a las personas.
Se sugiere consultar:
Biodiversidad: nuestra defensa natural más fuerte contra el cambio climático. https://www.un.org/es/climatechange/science/climate-issues/biodiversity
Sexto Informe de Biodiversidad de la República Dominicana. https://bvearmb.do/handle/123456789/268
Informe Nacional para la COP14. https://www.ramsar.org/es/document/informes-nacionales-cop13-republica-dominicana
Lista Roja de especies. https://ambiente.gob.do/informacion-ambiental/lista-roja-de-especies/
Atlas de Biodiversidad y Recursos Naturales 2012, República Dominicana. https://www.google.com/search?q=Atlas+de+Biodiversidad+y+Recursos+Naturales+2012%2C+Rep%C3%BAblica+Dominicana&rlz=1C1CHBF_esDO1067DO1067&oq=Atlas+de+Biodiversidad+y+Recursos+Naturales+2012%2C+Rep%C3%BAblica+Dominicana&gs_lcrp=EgZjaHJvbWUyBggAEEUYOdIBCDkwOTBqMGo0qAIAsAIB&sourceid=chrome&ie=UTF-8