Segunda Independencia y Primera República (1844 – 1861)

Antecedentes

En 1838, Juan Pablo Duarte fundó una sociedad secreta llamada “La Trinitaria” para sacudir el yugo haitiano que junto a sus multiple colaboradores lograrán independizar la parte oriental de la isla. En 1843 se aliaron con un movimiento haitiano para derrocar a Boyer. Debido a sus pensamientos revolucionarios y lucha por la independencia dominicana, el nuevo presidente de Haití, Charles Rivière-Hérard, exilió y encarceló a los principales trinitarios. Al mismo tiempo, Buenaventura Báez, un exportador de caoba azuano y diputado en la Asamblea Nacional de Haití, estaba negociando con el Consulado General de Francia para el establecimiento de un protectorado francés. En una oportuna insurrección para adelantarse a Báez, el 27 de febrero de 1844, los Trinitarios declararon su Independencia de la República Dominicana, con el apoyo de Pedro Santana, un rico ganadero de El Seibo quien comandó un ejército privado de peones que trabajaban en sus tierras y que lucharon por la causa revolucionaria formando así junto a voluntarios patriotas el ejercito independentista dominicano.

Primera República 1844 – 1861

La primera constitución de la República Dominicana fue aprobada el 6 de noviembre de 1844. Se incluyó una forma de gobierno presidencial con muchas tendencias liberales, pero se vio empañada por el artículo 210, impuesta por Pedro Santana en la Asamblea Constituyente por la fuerza, dándole los privilegios de una dictadura hasta que la guerra de independencia terminara. Estos privilegios no solo le sirvieron para ganar la guerra, sino también le permitió perseguir, ejecutar y conducir al exilio a sus opositores políticos, entre los que se encontraron Juan Pablo Duarte. Durante la primera década de independencia, Haití intentó varias invasiones para reconquistar la parte oriental de la isla: en 1844, 1845, 1849, 1853 y 1855-1856. Aunque cada una fue malograda, Santana siempre utilizaba la amenaza de la invasión haitiana como una justificación para la consolidación de sus poderes dictatoriales. Para la élite dominicana —en su mayoría propietarios de tierras, comerciantes y sacerdotes— la amenaza de la reconquista por el más poblado Haití fue suficiente para buscar la anexión a un poder exterior. Ofreciendo las aguas profundas del puerto de la bahía de Samaná como anzuelo, en las próximas dos décadas, las negociaciones se hicieron con Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos y España para declarar un protectorado sobre el país.

Sin carreteras adecuadas, las regiones de la República Dominicana se desarrollaron en forma aislada unas de otras. En el sur, la economía estaba dominada por la ganadería (sobre todo en el sureste de la sabana) y el corte de caoba y otras maderas duras para la exportación. Esta región conservó un carácter semi-feudal, con poca agricultura comercial, la hacienda como unidad social dominante y la mayoría de la población vivía en un nivel de subsistencia. En el Valle del Cibao, los más ricos campos agrícolas de la nación, los campesinos complementaron sus cultivos de subsistencia con el cultivo del tabaco para la exportación, principalmente hacia Alemania. El tabaco requería menos tierra que la ganadería y se cultivaba principalmente por pequeños agricultores, quienes dependían de los comerciantes ambulantes para transportar sus cosechas a Puerto Plata y Montecristi.

Santana enriqueciéndose a sí mismo y a sus seguidores, recurrió a múltiples impresiones de dinero inorgánico. En 1848, se vio obligado a dimitir, aunque alegó quebrantos de salud, y fue sucedido por su vicepresidente, Manuel Jimenes. Después de volver a dirigir las fuerzas dominicanas contra una nueva invasión haitiana en 1849, Santana marchó hacia Santo Domingo, deponiendo a Jimenes. A petición de éste, el Congreso eligió a Buenaventura Báez como presidente, pero Báez no estaba dispuesto a servir de títere de Santana, desafiando su papel como líder reconocido militar del país. En 1853, Santana fue elegido presidente para su segundo mandato, lo que obligó a Báez a buscar el exilio. Tres años más tarde, después de malograr la invasión haitiana por última vez, negoció un tratado de arrendamiento de una porción de la península de Samaná con una compañía estadounidense; la oposición popular lo obligó a abdicar, lo que permitió que Báez regresara y tomara el poder. Con el tesoro nacional agotado, Báez imprimió dieciocho millones de pesos para la compra de la cosecha de tabaco de 1857 con esta moneda y exportándola por dinero en efectivo en beneficio de sí mismo y sus seguidores. Los plantadores de tabaco cibaeños, quienes se arruinaron cuando se produjo la inflación, se rebelaron, volviendo a recurrir a Santana quien se encontraba en el exilio, para liderar la rebelión. Después de un año de guerra civil, Santana tomó Santo Domingo y se instaló como presidente. Cabe destacar que el periodo de la primera república se distinguió por las pugnas y la inestabilidad política en el naciente país.

Fuente: http://enciclopediadominicana.org/

¿Qué fue la civilización romana?

La civilización romana, también llamada antigua Roma, comenzó (según la tradición) en el año 753 a. C. con la fundación de Roma, que surgió como una comunidad pequeña cerca del paso comercial del río Tíber (en la actual Italia), y se convirtió en una gran ciudad que expandió su poder e influencia por Italia y gran parte del mundo entonces conocido. Roma llegó a ser una de las potencias imperiales más exitosas de la historia.
El gobierno romano atravesó distintas etapas: monarquía (753-509 a. C.), república (509-27 a. C.) e imperio (27 a. C.-476 d. C.). Recibió la influencia de las civilizaciones etrusca y griega en aspectos políticos, culturales y militares, pero introdujo a su vez novedades que influyeron en la cultura occidental  en los terrenos del derecho, las instituciones de gobierno y la tecnología civil y militar.

Logró expandir sus fronteras imperiales a la mayor parte de Europa, Medio Oriente y el norte de África, gracias a su impresionante organización militar y a su capacidad estratégica para establecer alianzas y relaciones de subordinación. A diferencia de los griegos, que excluían a los extranjeros y sometían a los pueblos conquistados, Roma los incorporó a su sistema político-social y les otorgó la ciudadanía romana, lo que contribuyó a un proceso de aculturación llamado “romanización” (que incluyó la difusión del latín como lengua).

El origen de la civilización romana

Remo y Rómulo - civilización romana
Según la leyenda, Roma fue fundada por los gemelos Rómulo y Remo en el año 753 a. C.

La civilización romana surgió a lo largo de un proceso que duró cientos de años. En el siglo VIII a. C., la región sobre la que se construyó Roma, en el Lacio, era un lugar favorable al tránsito, pues se ubicaba junto al río Tíber, que atravesaba buena parte de los territorios habitados de Italia y desembocaba en el mar Tirreno.

Los primeros pobladores del Lacio fueron grupos itálicos, como los sabinos y los latinos. También se asentaron en la zona grupos etruscos, provenientes de la Toscana (al norte). La  formación de la cultura romana pudo ser el resultado de la interacción entre estas diversas poblaciones, así como de la influencia de los colonos griegos que se fueron asentando en la Magna Grecia, es decir, en el sur de la península itálica y en la isla de Sicilia. Por su parte, la constitución de Roma como ciudad pudo ser el resultado de una gradual agregación de aldeas sobre el monte Palatino.

Según la leyenda romana, que ofrece una narración mitológica del origen, la ciudad de Roma fue fundada por los gemelos Rómulo y Remo en el año 753 a. C., quienes luego de nacer habían sido abandonados por su padre en el río Tíber, pero lograron sobrevivir amamantados por una loba. Ya adultos, los hermanos decidieron fundar una nueva ciudad, pero tuvieron una pelea luego de discrepar sobre la colina sobre la que debían erigirla. Rómulo mató a Remo, fundó la ciudad de Roma sobre el monte Palatino y se convirtió en su primer rey.

Las formas de gobierno en Roma

Los historiadores reconocen tres etapas en la historia del gobierno romano. La época de la República romana fue uno de los períodos más significativos en la historia de la civilización, pues puso las bases del derecho romano (que legislaba sobre el derecho privado y la separación de poderes), afianzó algunas de sus instituciones (como el Senado) y consolidó su posición como potencia dominante, lo que permitió la posterior instauración del imperio. Las tres etapas de la historia de la antigua Roma, según sus formas de gobierno, son:

  • La monarquía (desde 753 a. C. hasta 509 a. C.). En este período, el gobierno de la ciudad-estado de Roma estaba a cargo de un rey (en latín, rex), que era elegido por un consejo de ancianos. Según la tradición recogida en obras romanas posteriores, hubo siete reyes, los primeros cuatro de origen latino y sabino (de la zona del Lacio) y los últimos tres de origen etrusco (de la zona de la Toscana). Los historiadores consideran que esta lista contiene elementos legendarios, como la inclusión del mítico Rómulo en la posición de primer rey. De todos modos, se reconoce la influencia etrusca en la formación del Estado
  • La república (desde 509 a. C. hasta 27 a. C.). Fue instaurada cuando se derrocó al último rey, Lucio Tarquinio, apodado “el soberbio”. El gobierno pasó a estar a cargo de altos magistrados electivos (como los cónsules) y del Senado (compuesto inicialmente por patricios y luego también por plebeyos, que además tenían representación en el cargo del tribuno de la plebe). La otra institución importante del período republicano fue el ejército.En esta época, Roma conquistó y logró la subordinación de los diversos pueblos que habitaban la península itálica, como los etruscos. Luego se enfrentó a Cartago, un imperio del norte de África fundado por poblaciones fenicias. Estos enfrentamientos, conocidos como Guerras púnicas, duraron casi 120 años (entre 264 a. C. y 146 a. C.), y cuando Roma finalmente triunfó, se convirtió en la gran potencia del Mediterráneo.El militar y político Julio César amplió las fronteras de la República romana y venció en una guerra civil, pero fue asesinado en el año 44 a. C.. A su muerte, se desató otro conflicto por el poder entre Marco Antonio y Octavio (sobrino nieto de Julio César), quien triunfó e instauró el imperio.
  • El imperio (desde 27 a. C. hasta 476 d. C.). Fue el período caracterizado por un gobierno unipersonal y autocrático, en el que el poder residía en la persona del emperador, cuyas decisiones no estaban sujetas a leyes. Octavio, quien adoptó el nombre de Augusto, fue el primer emperador de Roma (desde 27 a. C. hasta su muerte en 14 d. C.). Estableció cierta paz y estabilidad interna (conocida como pax augusta) que duró alrededor de 200 años, aunque continuaron los enfrentamientos fronterizos.

Tras la muerte de Augusto, se sucedieron diversos emperadores, hasta la disgregación del Imperio romano de Occidente en 476 d. C., cuyo último emperador fue Rómulo Augústulo. El Imperio romano de Oriente (o Imperio bizantino ), que se había constituido como una subdivisión del Imperio romano a fines del siglo IV d. C., perduró hasta el siglo XV d. C.

La economía romana

monedas romanas - civilización romana
Las monedas eran un método de intercambio utilizado en el comercio romano.

La economía de la civilización romana se basaba en la actividad agrícola, la ganadería y el comercio. La agricultura y el trabajo doméstico dependían de una amplia disponibilidad de esclavos, que eran comprados o capturados en guerras y eran considerados propiedad de sus amos.

La expansión territorial garantizaba el acceso a productos provenientes de diversas partes del mundo conocido, pero el mantenimiento de los ejércitos y de la estructura administrativa imperial demandaba una gran cantidad de recursos alimenticios. Esto promovió que algunas regiones agrícolas que se convirtieron en provincias romanas, como Sicilia, Túnez o Egipto, debieran enviar regularmente grano a Roma, que a su vez lo distribuía a las regiones del imperio que lo necesitaban.

El Estado romano recaudaba impuestos de los hombres libres en Roma y de las comunidades en las provincias, que eran administradas por gobernadores romanos. Los impuestos consistían en valuaciones que aplicaban sobre la tierra, el hogar, los esclavos, los animales, artículos personales y riqueza monetaria. Los agricultores podían pagar con las cosechas excedentes, en lugar de abonar un impuesto en metálico.

El comercio de bienes se realizaba mediante el trueque (es decir, mediante el intercambio de unos bienes por otros) o a través de un sistema de monedas de latón, bronce, cobre, plata u oro, acuñadas bajo estrictas reglas de pesos, tamaños y valores. Las monedas romanas resultaron tan populares que se usaban en diversas regiones, incluso en la India.

La sociedad romana

civilización romana
Los patricios eran el grupo social privilegiado de Roma.

La sociedad romana se dividía mayoritariamente en dos grupos bien diferenciados:

  • Los patricios. Eran el grupo privilegiado, constituido por un grupo minoritario de familias nobles tradicionales (gens) que remontaban sus orígenes a la fundación de Roma. Eran ciudadanos romanos de pleno derecho y ocupaban los más altos cargos políticos y militares. Al comienzo controlaban también el Senado, aunque luego se incorporaron a este representantes de los plebeyos.
  • Los plebeyos. Eran la mayor parte de la población, y podían ser pequeños propietarios de tierras, comerciantes, artesanos o campesinos. Algunos eran clientes de algún patricio, del que recibían protección o medios de subsistencia a cambio de trabajar sus tierras y de apoyarlo militar o políticamente. Los plebeyos eran ciudadanos libres pero nunca tuvieron el mismo nivel de decisión política que los patricios, a pesar de que algunas revueltas provocaron la creación del cargo del tribuno de la plebe y que los plebeyos pudieron incorporarse al Senado.

Además, existían los esclavos, que eran generalmente cautivos de guerra y podían ser liberados si compraban su libertad o si sus amos se la concedían. De este modo, se convertían en ciudadanos romanos, aunque conservaban el estatus de libertos (es decir, esclavos liberados) que establecía límites a sus posibilidades de ascenso social. Con el tiempo, el cese de las conquistas, el temor a rebeliones de esclavos y la difusión del cristianismo parecen haber ocasionado la disminución del trabajo esclavo.

Durante la época imperial, se amplió la concesión de la ciudadanía romana (y los derechos asociados a ella) en las provincias, como parte del proceso de romanización de las regiones conquistadas y de consolidación de la dominación imperial (lo que garantizaba que hubiera menos resistencias o rebeliones contra la autoridad romana).

Arquitectura romana

El arte romano estuvo muy influido por el arte griego. Sin embargo, alcanzó a tener unas características propias. La arquitectura romana de las épocas de la república y el imperio resultó uno de los aportes más significativos de la civilización romana a las culturas que la sucedieron.

En los años de la antigua civilización romana se construyeron más edificios civiles que religiosos, caracterizados por su solidez, practicidad y monumentalidad. Se destacaron las obras de ingeniería como acueductos, puentes, termas y calzadas, así como estructuras con diversas funciones como anfiteatros, circos, arcos, basílicas, templos, foros y columnas conmemorativas. El Coliseo, construido durante el Imperio romano (se inauguró en el año 80 d. C.), fue una de las construcciones más majestuosas de la antigüedad.

Los acueductos romanos fueron especialmente importantes, porque permitieron abastecer de agua a las zonas urbanas. Las calzadas también fueron importantes, porque facilitaban el transporte y las comunicaciones. El uso de una especie de hormigón, junto con otros materiales, daba solidez a sus construcciones, lo que explica que algunos edificios se conserven en la actualidad (como el Coliseo). Los arcos romanos (que se empleaban en la construcción de puentes y grandes edificios) resultaron un avance importante en las técnicas arquitectónicas, debido a que permitían distribuir de manera uniforme el peso del resto de la estructura.

La religión romana

Civilización romana
Los romanos rendían culto a divinidades protectoras de los hogares llamadas «lares».

La religión romana era politeísta y desempeñaba un rol muy importante en la vida cotidiana de los romanos. Adoraban a divinidades que eran protectoras de los hogares, a las que llamaban lares, y a los antepasados, cuyo culto doméstico estaba a cargo del padre de familia. También existía un culto público, que celebraban sacerdotes en templos, santuarios y ceremonias públicas, y a cuya cabeza estaba el sumo pontífice, cargo que durante los años del imperio desempeñaron los emperadores.

Se construyó una gran cantidad de templos en Roma y en sus provincias, para adorar a sus dioses y, en la época del imperio, también a sus emperadores (a quienes se atribuyó un carácter sagrado). En el templo de la diosa Vesta, en Roma, las sacerdotisas vestales mantenían encendido el fuego sagrado de la ciudad.

A medida que conquistaban tierras o comerciaban más allá, los romanos incorporaban el culto de divinidades de regiones extranjeras, como Isis de Egipto y Mitra de Persia. Sin embargo, lo más característico de la religión romana fue la adopción de aspectos de la religión griega y de prácticas religiosas etruscas. El panteón romano está en gran medida conformado por divinidades estrechamente emparentadas con los dioses griegos.

El dios más importante era Júpiter, padre de los dioses y de los hombres que, junto a su esposa, la diosa Juno, gobernaba al resto de las deidades, entre ellas:

  • Marte. Dios de la guerra.
  • Mercurio. Mensajero de los dioses y dios del comercio.
  • Neptuno. Dios del mar.
  • Diana. Diosa de la caza.
  • Vesta. Diosa del hogar.
  • Minerva. Diosa de la curación, la sabiduría y la estrategia militar.
  • Venus. Diosa del amor y la belleza.
  • Baco. Dios del vino, la fertilidad y la diversión.
  • Vulcano. Dios del fuego.

Con la difusión del cristianismo, la libertad de culto establecida por el emperador Constantino I (que gobernó entre 306 y 312), luego de años de persecución a los cristianos, y la posterior adopción del cristianismo como religión oficial del imperio por orden del emperador Teodosio I (en el año 380), el culto público a los antiguos dioses en los territorios del Imperio romano fue prohibido.

Fuente: https://humanidades.com/civilizacion-romana/#ixzz7rzg8FOAA

La pedagogía salesiana de Don Bosco; una alternativa para la formación de jóvenes y adolescentes

La pedagogía de Don Bosco, centrado en la caridad pastoral (Constituciones 10), se encarna y se manifiesta en la experiencia educativa del santo en el Oratorio de Valdocco-Turín, que él llamó Sistema Preventivo.
Bravo y decidido luchador por la causa de todas las novedades morales y pedagógicas, y muy especialmente por la revolución (conseguida) de la
pastoral y la espiritualidad, que su movimiento acarreaba, le volvieron decididamente innovador y moderno sin pretenderlo.
Queremos subrayar que el santo, moviéndose con la más refinada naturalidad, en su sistema pedagógico, ofrece una triple realidad dinámica, interrelacionada: un impulso pastoral, es decir, un proyecto educativo integral; una pedagogía como propuesta de vida cristiana y un método práctico.
Las raíces más fuertes en su pensamiento y convicciones nos llevarían lejos. Pero de su pasión por lo clásico y tradicional de la escuela de espiritualidad española del siglo XVI y la escuela italiana del XV y del XVI, extrae su realización individual y los argumentos del camino de sus oratorios. San Ignacio de Loyola, san Francisco de Sales –que dará nombre a sus discípulos–, san Felipe Neri, san Vicente de Paúl y san Alfonso María de Ligorio sitúan su verdadera pedagogía, dentro de la vida cotidiana de educadores y educandos. Conectado con ellos, pluralmente,
la historia de su pedagogía es la historia de un éxito.
El gran acierto del “Padre y Maestro” de la juventud, declarado así por san Juan Pablo II, fue la mezcla de la cotidianidad y el biografismo entrelazados con el humanismo cristiano y los arquetipos de Pío IX y León XIII.

Pedagogía de la amistad

El primer don que san Juan Bosco ofrece a sus  discípulos y a sus muchachos es una relación humana serena y abierta. El dominio de sí mismo, elaborado en profundidad, le permite ofrecerse a los demás de manera sutil y eficaz, en un cauce pastoral, sobre todo.

Dentro de esta perspectiva, son dos los aspectos que más sobresalen de la humanidad del santo pedagogo. Primero, un afecto intenso. Su segundo sucesor, Pablo Albera, lo recuerda así:
Debo decir que Don Bosco nos quería como nadie, de manera única: ejercía sobre nosotros una atracción irresistible. Yo me sentía como prisionero de una fuerza afectiva que se apoderaba de mis pensamientos, palabras y obras. Me sentía querido como nunca me había querido nadie, era algo especial, por encima de todo cariño. Nos envolvía a todos por completo una atmósfera de alegría y felicidad. […] Y no podía ser de otro modo, porque, de cada una de sus palabras y obras, brotaba la santidad de su unión con Dios que es la caridad perfecta. Y nos atraía hacia sí mediante la plenitud del amor sobrenatural que le abrasaba el corazón. De esta singular atracción brotaba esa acción que conquistaba nuestros corazones. Los múltiples dones naturales que tenía se habían
trocado en sobrenaturales por la santidad de su vida.
Y al afecto, hay que añadir su talante constante de amistad. Muy diversas y variadas fueron sus amistades, desde pequeño, adolescente y joven hasta su madurez. Señala uno de sus sucesores, Juan Vecchi: Cultiva la amistad con sacerdotes, religiosos, cooperadores y jóvenes, escritores, perseguidos, políticos, autoridades. Lo dejará documentado en una serie de recomendaciones de este tenor: Haz de modo que todos aquellos con quienes hables se hagan amigos tuyos. La amistad será un tema de su pedagogía.
Pedagogía de lo cotidiano
Resulta fácil definirse como cristiano de forma teórica, pero no tanto en lo concreto del día a día, abriéndose a las exigencias de las bienaventuranzas. Esta
experiencia requiere en la persona el don de la unidad.
Cuando nos acercamos a la figura de Don Bosco, destaca este don de la unidad; es decir, una humanidad en total armonía con la santidad. “Su humanidad es la manifestación de su santidad, al tiempo que esta parece como el esplendor de su humanidad” (Vecchi).
El texto constitucional de los salesianos lo recoge así, en su artículo 21:
El Señor nos ha dado a Don Bosco como padre y maestro. Lo estudiamos e imitamos admirando en él una espléndida armonía entre naturaleza y gracia. Profundamente humano y rico en las virtudes de su pueblo, estaba abierto a las realidades terrenas; profundamente hombre de Dios y lleno de los dones del Espíritu Santo, vivía como si viera al Invisible.
Ambos aspectos se fusionaron en un proyecto de vida fuertemente unitario: el servicio a los jóvenes. Lo realizó con firmeza y constancia, entre obstáculos y fatigas, con la sensibilidad de un corazón generoso: no dio un paso, ni pronunció palabra, ni acometió empresa que no tuviera por objeto la salvación de la juventud. Lo único que realmente le interesó fueron las almas.
Es decir, tal talante llevaba a Don Bosco a valorar el día a día, lo cotidiano y a […] proponer una verdadera escuela de trabajo, donde se sigue una pedagogía del deber que educa en la forma práctica de vivir la espiritualidad (CGXXIV, 28). Sin rodeos, a la base de tal consideración se sitúa el misterio central del cristianismo, el de la Encarnación, como lugar preferido para encontrar a Dios, precisamente en la realidad humana: “Os aseguro –certificaban los salesianos capitulares– que cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.  (Mt 25,40)
Por consiguiente, es la vida humana la que nos introduce en el acontecimiento de la Encarnación, como paso obligado para descubrir y amar lo cotidiano como realidad nueva donde Dios actúa como padre que previene, acompaña y precede.
Pedagogía de la alegría
Una de las características que llama más la atención en la pedagogía de Don Bosco es su actitud, constante y perseverante, de la alegría. La alegría en él significa muchas cosas: el profundo sentido del bien y la convicción total de que este es más fuerte que el mal, la confianza en las personas (hay mucha bondad en el ser humano), el singular interés por los hechos de cada día como expresión de la voluntad de Dios y cómo la vida suele ser lo que jamás resulta; también la alegría es la acogida matizada de valores novedosos. Asumida, honda y tan de veras fue
su alegría que la venía a identificar con la santidad.
En la biografía que escribió de uno de sus alumnos, hoy santo, Domingo Savio, pone en labios de él las palabras que le dirigió a un nuevo llegado al colegio:
“Nosotros aquí hacemos consistir la santidad en estar alegres” (Canals 186). Asimismo, para Don Bosco el arranque y el impulso de esa alegría debe ser Dios, el Dios revelado en Jesucristo (“Como es Jesús, así es Dios” dice el teólogo Rojano, 2018), de ahí su insistencia en los sacramentos. El horizonte de cualquier vida debe seguir siendo una esperanza, el cambio radical (la conversión), un aliciente. Siendo todavía adolescente, fundó la Sociedad de la Alegría entre sus propios condiscípulos; desde que inicia la obra de sus oratorios o colegios, quiere que se conviertan todos en una sociedad de la alegría (casa, colegio, taller, iglesia y patio), en la que a los muchachos se les dé “amplia posibilidad de saltar, correr, gritar a placer”, siguiendo así las recomendaciones de san Felipe Neri, uno de sus modelos: “Haced todo lo que queráis, a mí me basta con que no cometáis pecados” (Bosco, Escritos 2012). Bien entendido y con datos que nos llevarían lejos, para Don Bosco la alegría no está reñida con la ascesis. Cierto es que nunca buscó la mortificación por sí misma, pero la vivió desde pequeño en su casa y la contagió entre sus seguidores, a los que a veces tuvo que atemperar.
¿Don Bosco se pretendió un asceta? No, de ninguna manera. Se pretendió un comunicador de vida y de ideas vividas, un recreador de intensidades, un vitalista, adobado con ingredientes propios, personales, eficaces, directos. De hecho, fue un fundador. Es bien sabido que su obra despertaba continuadores. Sus muchachos, llanamente, le compraban. Y sin disimulo.
Pedagogía de religiosidad popular
La pedagogía que Don Bosco vive y ofrece, es vivacísima, atrapadora, por su sencillez, en lo que se refiere a las prácticas de piedad. Las recomendaba por activa y por pasiva, las comunes en su ambiente, a excepción de lo que él llamó ejercicio de la buena muerte (una vez al mes ponerse en punto de muerte, una especie de retiro, pero como ejercicio escolar), al que él siempre concedió gran importancia, pautado por un librito que se usó primero en el oratorio donde él empezó. El joven cristiano y después en todos los demás. Así pues, la vida religiosa que promociona el santo se iba articulando en un sistema atinado de prácticas comunes, las sugeridas por el catecismo diocesano de Turín y de otras diócesis del Piamonte.
Nos referimos a las sencillas oraciones de la mañana y de la tarde, la misa, “en la que se recitaba el rosario”, la visita al Santísimo y, sobre todo, la frecuencia de los sacramentos (Stella, 1968). En su opúsculo sobre su sistema educativo, que él denominó Sistema Preventivo (prevenir antes que curar) escribía:
La confesión y la comunión frecuente y la misa diaria son las columnas que deben sostener el edificio educativo, del cual se quieran tener alejados la amenaza y el palo. No se ha de obligar jamás a los alumnos a frecuentar los santos sacramentos: pero sí se les debe animar y darles comodidad para aprovechar de ellos. (Bosco, vol. XVIII, 918)
Pedagogía de la confianza
San Juan Bosco fue ante todo y sobre todo sacerdote católico, formado en seminarios ultrancistas, pero que vivió asediado por las calles de la prerrevolución industrial y nacionalista de la “Nueva Italia”, como todos los educadores y formadores paisanos suyos: José Cafasso, Benito Cottolengo, Leonardo Murialdo, por ejemplo.
Convencido de que “la familiaridad engendra afecto y el afecto confianza”, pide al educador confiar en los muchachos para hacer posible la confianza de estos en el educador. En la introducción al Reglamentonde los salesianos, escribe que “la juventud no es de por sí perversa… Si sucede alguna vez que ya están dañados a esa edad, es más por inconsciencia que por malicia consumada”.
Uno de sus recursos habituales fue la presentación de modelos y testigos a sus muchachos a través de biografías ejemplares escritas por él. En ellas, Don Bosco destaca distintos aspectos de acuerdo con la diferente personalidad de los biografiados (Stella, 1969). Así, en Luis Comollo, la ascesis; en Domingo Savio, la lucidez de espíritu; en Miguel Magone, la disponibilidad a la gracia de Dios; en Francisco Besucco, el poder de la oración vocal.
El santo fue precursor de muchas cosas, y las escribió, con calidad y con rigor, con personalidad y con estilo. Muy de su época se adelantó a su tiempo. Afirmaba que, en cada uno, hay un punto accesible al bien y el primer deber del educador es buscar la cuerda sensible del corazón y hacerla vibrar (Bosco MB V, 367).
Pedagogía de los “Tres blancos amores”
En el encuentro que tuvo lugar en Turín el 21 de junio de 2015 entre el papa Francisco y los salesianos, llamó así a los tres amores que Don Bosco inculcó siempre a sus muchachos y a los salesianos. Nos referimos a Jesús Sacramentado, a María Auxiliadora y al Papa. Hijo de la teología de su tiempo, para él, el Papa significa la Iglesia.
Don Bosco, hombre lleno de anhelos, de quimeras, de ideal; luchador contumaz y fragoso, expresó en “sueños” sus cauces pedagógicos, sus apuestas y sus compromisos. Así, en el “sueño” llamado por él de las dos columnas (Bosco MV VII, p. 153 ss.), identifica a la Iglesia con una gran nave que, guiada por el papa como gran timonel, padece la amenaza de otras naves que la atacan. Es el momento en que en medio del mar surgen dos columnas a las que esta gran nave tiene que anclarse para no sucumbir, una más alta, la eucaristía, y otra un poco más baja, la Virgen María, auxilio para vivir la fe en “tiempos recios”.
Fuente: https://bibliotecadigital.usb.edu.co/bitstream/10819/2147/2/1086356_ANEXO_Articulo.pdf

Nunca es tarde: A los 92 años cumple sueño de publicar libro

Listín Diario

La Casa de la Cultura de Bajos de Haina sirvió de escenario para la presentación de la obra de Ramón Antonio Ventura Morel, titulada “El Dios que se hizo hombre”.

A sus 92 años y a pesar de tener la visión disminuida, Ramón Antonio Ventura Morel acaba de cumplir uno de sus grandes sueños: publicar un libro. La Casa de la Cultura de Bajos de Haina sirvió de escenario para la presentación de la obra, titulada El Dios que se hizo hombre.

En sus cien páginas, el libro habla sobre cómo conocer a Dios, conforme a las conclusiones que Ventura ha extraído de sus experiencias y vivencias a lo largo de su longeva existencia.

Ventura Morel, oriundo de Bajos de Haina, es reconocido en su comunidad como un hábil, exitoso y enérgico empresario porque a pesar de carecer de una acreditación académica formal, sus trabajos empíricos en el rubro de la ingeniería le merecieron el respeto de sus allegados. En diferentes ingenios del país llegó a ser conocido como Maestro del Torno Industrial.

Actualmente reside en Bajos de Haina con sus nietos e hijos. En esta comunidad funge como anciano de la Iglesia Fe Apostólica, del sector El Centro.

Buenas prácticas educativas: una luz al final del túnel

Andry Noemí Jiménez Polonio
Especial para Listín Diario
Santo Domingo, RD

El pasado 24 de enero se conmemoró el Día Internacional de la Educación, y, a propósito de la fecha, no debemos obviar la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 26, donde está consagrado el derecho a la educación. En ese mismo orden, la Constitución de la República Dominicana del (2015) en su artículo 63 establece el derecho a la educación para todos, esta debe ser integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades. Además, es importante destacar lo establecido por la Ley General de Educación (66-97) en su Capítulo I artículo 1, donde se garantiza el derecho que tienen todos los habitantes del país a la educación, y como obligación del Estado, proporcionarla y que la misma sea de calidad, con participación de todos los sectores, cada uno asumiendo su responsabilidad. La familia, el Estado, la escuela y la sociedad en general.

La educación de calidad, inclusiva y equitativa que promueva oportunidades de aprendizaje permanente para todos es el objetivo número 4 de la Agenda (2030) para el Desarrollo Sostenible.

Ese derecho a la educación al que tienen los ciudadanos, y que está consagrado en los textos legales, debe estar garantizado por la calidad educativa, la cual se ve afectada por diversos factores como la falta de equidad, falta de inclusión, sobrepoblación en las aulas, falta de aulas, ausencia de personal docente calificado, desintegración familiar y pobreza.

Esos factores inciden negativamente en los aprendizajes de los estudiantes. Los últimos estudios correspondientes a la medición de estos reflejan un bajo nivel de desempeño en comprensión lectora.

En el último informe Nacional del Programa Internacional para la Evaluación de los Estudiantes (PISA ,2018) el 79 % de estudiantes de República Dominicana se encuentran por debajo del nivel de desempeño 2 en comprensión lectora. La República Dominicana alcanzó una puntuación de 341.63 de la media establecida en el estudio de 493 puntos, lo que ubica al país en la última posición en comprensión lectora en la escala de los países latinoamericanos, de igual manera de acuerdo a los resultados de la Evaluación Diagnóstica Nacional de Tercer Grado de Secundaria del 2019, los estudiantes alcanzaron el nivel elemental de desempeño con un 42.7%.

Según la prueba (PISA,2018) algunos factores que inciden en el bajo rendimiento escolar de los estudiantes son el trabajo en niños, niñas y adolescentes, la pobreza, la repitencia, el tipo de lengua hablada, la educación de los padres, la migración, medios de comunicación y la sociedad en su conjunto.

Observando los resultados de dichos estudios, podemos inferir que los desafíos que enfrenta la República Dominicana obligan a las autoridades en el campo educativo a diseñar políticas educativas encaminadas a mejorar esta situación.

¿Cómo mejorar la condición actual?

Estos resultados nos invitan a la reflexión y ponen frente a nosotros el cambiar esa realidad y aunar esfuerzos a través de políticas públicas y sociales para lograr la mejora de los aprendizajes. Dentro de estas están: formar maestros que propicien un buen clima escolar, directivos capaces, comprometidos, inspiradores, persuasivos y motivadores, proporcionar recursos didácticos acordes a los contenidos del diseño curricular para los diferentes niveles, ciclos y grados, bibliotecas escolares con material de lectura que despierte el interés de los estudiantes en sus diferentes edades, y personal bibliotecario capacitado.

Zambrano (2015) señala que la calidad es la búsqueda del mejoramiento continuo de los resultados del aprendizaje, y concluye que la educación es de calidad cuando logra la construcción de saberes o conocimientos, valores y actitudes adecuados para un desarrollo de sujetos libres, activos críticos y conscientes.

Actualmente son muchos los sectores que hablan de priorizar la educación, y para esto se debe invertir en las personas, lo que ayudará a erradicar cada uno de los factores negativos antes mencionados. Vivimos en una sociedad que cada día crece en nuevos avances tecnológicos donde muchas carreras desaparecerán y otras acordes a los nuevos tiempos surgirán y se necesitará de personas competentes en dichas áreas. Es por esta razón que el Estado debe invertir en el desarrollo de competencias como el pensamiento crítico, y la resolución de problemas. Así se formarán seres humanos capaces de insertarse al mundo laboral competitivo que les espera.

Al hablar de avances tecnológicos debemos recordar la difícil situación a la que se enfrentó el mundo durante la pandemia de COVID-19, y que revolucionó todo el sistema educativo. Comprendimos la importancia de integrar la tecnología en los procesos de enseñanza, y que tanto docentes como estudiantes deben adquirir estas competencias, para utilizar recursos que ayuden a la adquisición de los aprendizajes de manera significativa, divertida y de calidad. Si bien es cierto que para algunos no fue nada fácil la enseñanza a distancia, para otros el conocer algunos recursos tecnológicos fue de gran ayuda a la hora de impartir docencia de manera virtual, en sus modalidades sincrónica y asincrónica.

Para lograrlo, diferentes instituciones educativas como MINERD y EDUCA formaron a miles de docentes a nivel nacional, se proporcionaron equipos tecnológicos a maestros y estudiantes, acompañados de capacitaciones, lo que ayudó en gran manera al aprovechamiento del año escolar, permitiendo que este no se perdiera. Esto dio como resultado un nuevo método de aprender, ahora utilizado por diferentes instituciones: la educación híbrida, combinando lo presencial con lo virtual.

La educación permite a las personas adquirir habilidades y conocimientos para ejercer todos sus derechos. Si asumimos nuestra responsabilidad desde el rol que nos corresponde como entes sociales, a través de buenas prácticas educativas aportaremos al desarrollo de una sociedad competente donde se reducirá la pobreza, florecerán nuevas oportunidades y brillará la luz al final del túnel.

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La autora es educadora

 

Referencias

Declaración Universal de Derechos Humanos. Recuperado de < https://www.ohchr.org/sites/default/files/UDHR/Documents/UDHR_Translations/spn.pdf> (consultado el 10 de noviembre 2022).

Constitución Dominicana (2015) Recuperado de < https://presidencia.gob.do/sites/default/files/statics/transparencia/base-legal/Constitucion-de-la-Republica-Dominicana-2015-actualizada.pdf> (consultado el 15 de diciembre de 2022).

Ley General de Educación (66-97). Recuperado de < https://www.oas.org/juridico/spanish/mesicic2_repdom_sc_anexo_7_sp.pdf

https://www.unesco.org/es/days/education> (consultado el 15 de noviembre de 2022).

La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Recuperado de <https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/40155/24/S1801141_es.pdf> (consultado el 10 de enero2022).

Programa Internacional para la Evaluación de los Estudiantes (PISA,2018). Recuperado de<https://www.ministeriodeeducacion.gob.do/docs/direccion-de-evaluacion-de-la-calidad/U9hd-programa-internacional-para-la-evaluacion-de-los-estudiantes-pisa-2018-informe-nacionalpdf.pdf?utm_source=COMUNIDAD+512&utm_campaign=b199a8d7c6-EMAIL_CAMPAIGN_2023_01_03_11_24_COPY_01&utm_medium=email&utm_term=0_-57773c094f-%5BLIST_EMAIL_ID%5D > (consultado el 20 de diciembre 2022).

Resultados de la Evaluación Diagnostica Nacional de Tercer Grado de Secundaria. Recuperado de <https://www.ministeriodeeducacion.gob.do/docs/direccion-de-evaluacion-de-la-calidad/NJXY-informe-nacional-2019-evaluacion-diagnostica-3ero-secundariapdf.pdf?utm_source=COMUNIDAD+512&utm_campaign=b199a8d7c6-EMAIL_CAMPAIGN_2023_01_03_11_24_COPY_01&utm_medium=email&utm_term=0_-57773c094f-%5BLIST_EMAIL_ID%5D > (consultado el 15 de diciembre 2022).

Zambrano, E, R. (2015). La Técnica Didáctica del Buen Humor y su Incidencia en la Calidad de los Aprendizajes de los Estudiantes de la Universidad Técnica de Manabí. 2015.Recuperado de <http://www.eumed.net/tesisdoctorales/2017/erzc/calidad-educativa.htm> (consultado el 12 de diciembre de 2022).

Historia de la ocupación haitiana en Santo Domingo

El 09 de febrero de 1822, se inicia en la parte oriental de la Isla de Santo Domingo, la ocupación de este territorio por parte de las autoridades haitianas, encabezada por Jean-Pierre Boyer y finalizó el 27 de febrero de 1844 con la proclamación de nuestra Independencia Nacional.

A las 7 de la mañana del 9 de febrero de 1822, los miembros de la Sala Capitular de Santo Domingo, se reunieron en la puerta del Conde para recibir al Presidente haitiano, donde se les rindieron los honores de Presidente de la Isla.

El licenciado José Núñez de Cáceres, forzado por las circunstancias al no tener el apoyo externo la proclamación de independencia que había proclamado el 1 de diciembre de 1821, formalizó la entrega del Gobierno a Jean-Pierre Boyer. Garantizando al Presidente Boyer que las ciudades de la parte Este que se encontraban bajo su control acatarían sus órdenes con tranquilidad y reposo.

En un discurso ante el Presidente Boyer, Núñez de Cáceres expresó:

“… sólo me falta, como el último de mis deberes, rogar a Vuestra Excelencia, a pesar de que, por un rasgo heroico de su virtuosa modestia, ella rehúse someterse a la ceremonia establecida en semejantes circunstancias de la costumbre de entregar las llaves de la Ciudad en señal de posesión del territorio, porque Vuestra Excelencia no ha entrado en él como conquistador, sino más bien como un padre, hermano y amigo, que me sea al menos permitido simbolizar la adhesión de los nuevos súbditos de la República, dóciles por convicción, sometidos por deber y unidos por cordialidad.

En opinión de Núñez de Cáceres, esas son las virtudes que adornan al pueblo dominicano, virtudes adquiridas y depuradas, en el crisol de una larga y penosa experiencia de sus vicisitudes políticas.

Al entregarle el Gobierno al Presidente haitiano, Núñez de Cáceres le pidió que protegiera y defendiera al pueblo del antiguo Santo Domingo español a fin de hacerlo dichoso para que no tenga que pasar por ninguna de sus calamidades anteriores.

Luego de concluido el acto, los presentes aclamaron la Independencia, la República y al Presidente Boyer. Acto seguido, los presentes se dirigieron a la Catedral de Santo Domingo, para escuchar la homilía que pronunció el Arzobispo Portes, quien invitó a aceptar el traspaso de mando como un hecho consumado.

El día anterior, el 8 de febrero de 1822, el presidente haitiano Jean Pierre Boyer, llegó con su Ejército al sector de San Carlos que en esa época quedaba en las afueras de la ciudad de Santo Domingo.

En San Carlos, Jean Pierre Boyer se unió con las tropas del general Bonnet que vinieron de la ciudad de Santiago de los Caballeros. Boyer, tenía preparados desde el 1 de enero de 1822, doce mil hombres para ocupar el Santo Domingo español.

El presidente haitiano dividió su ejército en dos: uno al mando suyo y otro comandado por el general Bonnet. Copiando la estrategia de ataque que habían aplicado Toussaint y Dessalines, el general Boyer, atravesó el sur con su tropa y el general Bonnet la región Norte.

El 28 de enero de 1822, el Presidente de Haití, Jean Pierre Boyer, había iniciado la marcha en Puerto Príncipe con su Ejército de 12 mil hombres para tomar el control del territorio del Santo Domingo Español, hoy República Dominicana.

Boyer, había llegado a Baní, el día 6 de febrero de 1822. En San Carlos trató con el general Bonnet sobre la forma de ocupación que se aprestaban a formalizar a pesar del rechazo de una parte de la población.

Aprovechó una división de los residentes en el Santo Domingo español, hoy República Dominicana, así como la debilidad del proyecto de Independencia de Núñez de Cáceres, quien no encontró apoyo político ni militar.

La ocupación haitiana iniciada el 9 de febrero de 1822 se prolongó hasta el día 27 de febrero de 1844, cuando fue proclamada la República Dominicana.

Las causas de la ocupación son muchas, pero las mismas se explican en la especial situación haitiana que hereda Jean Pierre Boyer, quien fue llamado “unificador de Santo Domingo”, por unir el norte y el sur de Haití, así como el territorio de su país con el dominicano.

La ocupación de Boyer fue la tercera invasión que procedía de Haití al territorio de la parte este de la isla. Esta se produjo sin derramamiento de sangre y fue aceptada pasivamente por la población dominicana.

Origen del movimiento de independencia nacional

El 16 de julio de 1838 Juan Pablo Duarte y ocho amigos fundaron en la ciudad de Santo Domingo La Sociedad Secreta La Trinitaria, su fin era, obtener la separación de la antigua colonia española del Estado de Haití.

Duarte se constituyó en el más respetado propagador de la idea independentista. Es el precursor por haber fundado el partido que hizo la separación del territorio Dominicano del Estado de Haití, el 27 de febrero del año 1844.

En el 1840, los Trinitarios aprobaron fomentar más abiertamente la causa de la separación con el doble objeto, de fomentar el espíritu público y de recaudar fondos; fundaron la sociedad dramática “La Filantrópica” en la cual montaban obras alusivas a la separación.

Posteriormente se movilizaban por el interior y en enero de 1843, Matías Ramón Mella, coordinaba con los “líderes de la reforma haitiana”, la participación de los partidistas dominicanos en la conspiración contra Boyer en conjunto conFrancisco del Rosario Sánchez.

Juan Pablo Duarte frecuentemente pronunciaba discursos como este:

“Puesto que el Gobierno se establece para el bien general de la asociación y de los asociados, el de la nación dominicana es y deberá ser siempre y ante todo, propio y jamás ni nunca de imposición extraña bien sea esta directa, indirecta, próxima o remotamente; es y deberá ser siempre electivo en cuanto al sistema, republicano en su esencia y responsable en cuanto a sus actos”.

Enteradas las autoridades haitianas de la idea de separación, iniciaron una ola de persecución en contra de los Trinitarios, donde Duarte tuvo que embarcarse hacia Saint Thomas, Mella fue hecho prisionero y Sánchez tuvo que fingir una enfermedad.

En medio de estas circunstancias, los Trinitarios se vieron disgregados, pero pudieron recuperarse al quedar su movimiento de independencia bajo el liderazgo de Sánchez.

Liberado Mella, y ya para febrero, la situación de Santo Domingo hacía propicio llevar a cabo el plan de separarse con el apoyo de los hateros seibanos, los Trinitarios acordaron reunirse en la Puerta de la Misericordia el 27 de febrero de 1844 por la noche, y de allí marchar hasta el Baluarte del Conde, al mismo tiempo que se posesionaban de algunos sitios estratégicos.

Una vez en el Baluarte izaron la bandera, y en medio de la agitación, las tensiones del momento y de un breve tiroteo que se produjo, proclamaron la independencia. La misma no sólo constituía el fin del predominio haitiano, sino el surgimiento de la República Dominicana.

La independencia y el surgimiento del Estado dominicano

El 27 de febrero de 1844 surgió el Estado Dominicano según la concepción independentista infundido por Juan Pablo Duarte y como consecuencia del activismo revolucionario que desplegaron Los Trinitarios, a la cabeza de los cuales quedaron Francisco del Rosario Sánchez, Ramón Matías Mella, Manuel Jiménez, Vicente Celestino Duarte y José Joaquín Puello.

Pero el surgimiento del Estado contó con la participación de personas experimentadas políticamente como Tomás Bobadilla, y con el respaldo de grandes propietarios como los hermanos, Ramón yPedro Santana.

Dicha proclamación, siempre estuvo acompañada de una serie de pasos estratégicos que a la postre, permitió a los que junto al pueblo lucharon para mantener la garantía de dicho triunfo.

Fuente: educando.com.do

La excesiva burocracia impide que el docente se dedique a enseñar

Los profesores afirman que la burocracia asfixia su trabajo en la escuela. Cada día deben dedicar muchas horas al papeleo, a menudo fuera del horario escolar. Una tarea tediosa que se les impone y que resta tiempo a la preparación de las clases y, finalmente, a la enseñanza.

El exceso de actividades paralelas a las necesarias para garantizar el proceso de enseñanza-aprendizaje ha cobrado protagonismo en las últimas décadas en el ámbito educativo. Esto, implica una reducción de la calidad de las actividades educativas en pro del papeleo. En lugar de dedicar tiempo a la interacción, la escucha, observación, a la contemplación, la discusión y la invención, se dedica al papeleo, las estadísticas, cifras, a los informes, etc.

El riesgo en los procesos de aprendizaje y enseñanza

La deriva burocrática en la que ha caído la educación, como si de una trampa se tratara, se ha convertido en un problema persistente, dado el empeño de las autoridades educativas en convertir a los profesores en oficinistas que recolectan datos para obtener estadísticas qué presentar a la administración. Así mismo es necesario señalar que pocas veces se le da a esta información un uso realmente formativo que favorezca la mejora de todos los involucrados en el proceso educativo.

El tremendo peso de las responsabilidades de gestión de la enseñanza dentro del conjunto de actividades que se realizan en los centros educativos, su relativa eficiencia y su errática estabilidad en el tiempo, dan lugar a una sobre-burocratización de la enseñanza. Como resultado, los docentes se ven marginados de lo que consideran la misión y el sentido último de la educación, el desarrollo de los procesos de enseñanza y aprendizaje.

5 Consejos para reducir la burocracia en la escuela

Urge un cambio de paradigma que garantice que los profesores se dediquen a la enseñanza como su deber principal y que las responsabilidades administrativas se optimicen y reduzcan. En este sentido, se proponen 5 consejos, seguramente necesarios, para reducir el tiempo burocrático al que que se ven sometidos.

1. Realizar un estudio

Parece obvio, pero no se ha asumido; emprender una investigación completa del escenario en el que se encuentran las escuelas y buscar la manera de eliminar de forma permanente la agresiva burocracia que se ha arraigado en los centros y que ahora se considera endémica.

Las instituciones pertinentes, pueden poner fin a esta plaga de burocracia ineficaz investigando las razones por las que el sistema se ha convertido en esto y ha crecido hasta alcanzar proporciones insostenibles.

2.Automatización del proceso

Hoy en día, siempre se están desarrollando nuevas soluciones, y las instituciones deben esforzarse continuamente por adaptarse a las nuevas demandas de servicio para disminuir la burocracia interna que los docentes enfrentan. Varias acciones que solían requerir una cantidad significativa de tiempo y esfuerzo por parte de los especialistas pueden ahora completarse con mucha más agilidad y eficiencia haciendo uso de la tecnología.

3.Creación de una plataforma

Una plataforma única que facilite los procedimientos administrativos al incluir toda la información digitalizada y en línea que requieren los numerosos procesos o subprocesos, así como sus respectivos usuarios internos o externos.

4. Reforzar la figura de la administración

Es necesario profundizar y resaltar la función de los administradores.  Mejorar la formación en administración para preparar mejor a los equipos directivos para este tipo de trabajo.

5.Cambios institucionales inmediatos

La excesiva jerga legal impide una comunicación eficiente. Es necesario que los organismos correspondientes se dirijan a la escuela en términos sencillos para que sus circulares y actos administrativos se entiendan claramente.

Fuente: docentealdia.com

Celebremos con entusiasmo el Mes de la Patria

Desde el 26 de enero al 27 de febrero celebramos el Mes de la Patria rindiendo culto a nuestros Padres de la Patria y a los símbolos que nos identifican como dominicanos en el mundo.

Desde hace varios años en nuestro país, el 26 de enero, día del natalicio del patricio Juan Pablo Duarte, marca el inicio del Mes de la Patria, período en que se coloca en el nivel más alto la dominicanidad, por lo que nuestros directores y directoras deben incentivar esta práctica en las escuelas y colegios privados.

Durante este mes es celebrada la independencia de la República Dominicana, por ello los colores blanco, azul y rojo, los símbolos patrios, el Himno Nacional, a la Bandera, el Escudo y los Padres de la Patria, copan el paisaje y aflora la cara más alegre de la idiosincrasia dominicana.

El día 26 de enero de 1813, nació Juan Pablo Duarte. En conmemoración de su natalicio y del Mes de la Patria, se celebran en el país diversos actos que incluyen enhestamiento de la bandera nacional en todos los recintos militares, escuelas, instituciones públicas y privadas.

En esta fecha es común que en los hogares se coloque la bandera frente a las casas como una señal de dominicanidad, además se realizan desfiles, misas, ofrendas florales, charlas y se disparan salvas de 21 cañonazos en honor a la memoria de los patriotas criollos.

En este período, también se lleva a cabo el Carnaval, que es una de las manifestaciones más importante de la cultura popular dominicana, por sus expresiones artísticas y por sus símbolos e imágenes que transforman la cotidianidad en una festividad colectiva llena de alegría y sátira, donde sobresale la música, el baile y la capacidad creadora del pueblo.

Durante todos los domingos del mes de febrero se llevan a cabo actividades carnavalescas en las calles de: La Vega, Montecristi, Puerto Plata, Bonao, Salcedo y Mao. En la Capital se preparan comparsas en casi todos sus sectores.

La comunidad dominicana tradicionalmente inicia sus actividades conmemorativas al mes de la patria el 26 de enero, para recordar el natalicio de Juan Pablo Duarte.

Al recibir el mes de la Patria, el más importante de nuestro almanaque histórico, queremos compartir con ustedes el orgullo de ser dominicanos y el de juntos, continuar el sueño de la dominicanidad que se comenzó a ejecutar con La Trinitaria y culminó en La Puerta de la Misericordia, dando como fruto nuestra gloriosa Independencia Nacional, de la que éste año celebramos el 166 aniversario.

Demostremos el valor que tiene ser dominicanos/as y demos el ejemplo que aprendimos de tantos hombres y mujeres de coraje que con su sacrificio nos han permitido vivir en una de las democracias más sólidas de América y mantengamos siempre viva la esperanza del progreso de la tierra que nos vio nacer… nuestra República Dominicana.

Fuente: https://ayuntamientomella.gob.do/

Regional 15 de Educación conmemora aniversario del natalicio de Juan Pablo Duarte

La Regional 15 de Educación realizó este jueves diversas actividades por motivo a la conmemoración del bicentésimo décimo aniversario del natalicio de Juan Pablo Duarte.

El director de la regional, Rafael Amador Figaris, encabezó una solemne marcha desde su sede hacia el Altar de la Patria ubicado en el parque Independencia, donde también depositó una ofrenda floral para honrar el legado del patriótico.

Al pronunciar las palabras centrales del ceremonioso acto, el maestro y director Regional, Rafael Amador Figaris, destacó la importancia y el valor histórico que representa Duarte para el territorio dominicano que es libre y soberano.

“Juan Pablo Duarte fue un hombre ideal para la nación, alguien que luchó incansablemente por hacer realidad lo que es hoy, la República Dominicana. Trabajar para la Patria es igual que hacerlo para nosotros mismos”, sostuvo Fígaris.

Asimismo, resaltó que el agradecimiento hacia Duarte se refleja en la memoria del corazón y que una muestra de que somos libres e independiente, es visualiza en la bandera tricolor que ondea en el asta de cada centro educativo y otras instituciones.

Al finalizar su discurso, el licenciado agradeció la compañía de los colaboradores de la institución, docentes, estudiantes, directores distritales, técnicos y regionales.

“Es un grato placer hacer culto honrando la memoria de Duarte, quién procuró y luchó junto a otros patriotas, para que hoy tengamos una patria libre, soberana e independiente”, dijo Amador Figaris.

En el homenaje estuvieron presentes junto al director Rafael Amador Figaris el subdirector, Alexander Castro y la encargada de Gestión Humana, Scarlyn Rivera.

Sobre la marcha

La marcha fue liderada por la bandera tricolor dominicana, la bandera institucional de la Regional 15 y las banderas de los seis Distritos Educativos.

El desplazamiento inició desde la Dirección de Educación Regional 15, calle Arzobispo Portes hasta el Altar de la Patria, calle Mariano Cesteros en el Parque Independencia en coordinación Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett).

La actividad fue dirigida por el equipo técnico del área de Ciencias Sociales, Educación Artística y Cultura, en conjunto con la licenciada, Santa De Paula y decenas de estudiantes, educadores, directivos docentes, padres y tutores.

En el recorrido protocolar participaron los centros educativos Colegio San Pio X, Liceo Estados Unidos, Escuela Abigail Mejia y Escuela María Inmaculada.

Fuente: https://expressdiario.com/

¿Quiénes fueron los maestros de Juan Pablo Duarte?

Desde sus primeros pasos como estudiante, Duarte recibió la enseñanza de la mano de excelentes maestros.

Las primeras lecciones de la educación formal de Juan Pablo Duarte, las recibió primero con su madre, y luego con una profesora de apellido Montilla, quien dirigía una pequeña escuela de párvulos.

Más tarde, pasa a una escuela primaria para varones, allí muy temprano dio muestras de su gran pasión por las enseñanzas. En seguida fue recibido en la escuela de don Manuel Aybar, completando sus conocimientos de lectura, escritura, gramática y aritmética elemental.

Los datos que hablan de su aplicación en las aulas, muestran que se trató de un niño excepcionalmente inclinado a los estudios, narran que a los seis años ya sabía leer y decía de memoria el catecismo, como estudiante era presentado por los maestros como modelo de los demás.

Consagrado a estudiar, dedicaba gran parte de su tiempo a la lectura. En el almacén de su padre, daba clases gratis, de escritura y de idiomas a los que demostraban deseos de aprender, además ponía a disposición sus libros que él tanto apreciaba. En su vida de estudiante Duarte no sólo se dedicaba a las materias que les impartían, sino que además aprendió a tocar flauta y guitarra bajo la supervisión del profesor Vicente Mendoza.

Juan Pablo Duarte, siendo casi un niño recibió clases sobre teneduría de libros, ya adolescente bajo la tutoría del doctor Juan Vicente Troncoso uno de los más sabios profesores de la época, estudió Filosofía y Derecho Romano, mostrando, una vez más, su gran deseo de superación y de amor por los estudios.

Cabe destacar que gracias a la dedicación de Duarte por las materias y su pasión por la lectura, sus padres deciden enviarlo al extranjero, con apenas quince años, donde aprende hablar y a escribir varios idiomas: latín, portugués, español, francés, ingles y alemán.

Duarte también fue alumno del doctor Juan Vicente Troncoso, uno de los más ilustre profesores de la época. Con él estudió Filosofía y Derecho Romano, evidenciando su gran deseo de superación y de amor por los estudios.

Bajo la tutoría del maestro haitiano Don Auguste Brouard, Duarte estudió y aprendió el francés durante su adolescencia. También, realizó estudios de inglés con un profesor de apellido Groot. Cuando apenas contaba con quince años de edad, y acompañado por un amigo de la familia, sale rumbo a España, radicándose en Barcelona, donde tenía parientes. En ese momento, Europa estaba llena de ideas pertenecientes al romanticismo, el liberalismo, el nacionalismo y el socialismo utópico, y el joven Duarte se impregnó de todas ellas y de los ambientes revolucionarios de la época. Duarte fue testigo del régimen de libertades y de los derechos que tenían los europeos. Mostró especial interés por las reformas de Cromwell, los cambios producidos en Alemania y en Francia, pero sobre todo los acontecimientos en España y las reformas de la Corte de Cádiz. Estando en España se sabe que residió en Barcelona, donde es posible que estudiase derecho.

Fuente: educando.edu.do